STEVEN UNIVERSE

Es la serie familiar del momento. Con fanáticas y fanáticos de todas las edades, colores, géneros y gemas. Emotiva, querible, discursiva, colorida, femenina, única. Aquí te develamos las razones detrás de este fenómeno animado que marca tendencias siendo un imperdible para las viejas, actuales y nuevas generaciones. ¡Traigan el ukelele y las gatogalletas!

Garnet, Amatista y Perla

Son las heroínas mega poderosas del cuento, cada una con sus fortalezas y diferencias, quienes representan a gemas provenientes de otra galaxia y que desde hace miles de millones de años cuidan a la humanidad desde la provinciana y pequeña Ciudad Playa. Garnet es la líder, la más pulenta, de apariencia futurista y muy en la onda funky-nigga; cuya sabiduría, destreza y perfección es debido a que es el resultado de otras dos gemas fusionadas; pero no como Gokú y Vegeta en pos de ser más fuertes y ganar batallas, no, están unidas por amor, porque estas dos gemas, Rubí (intensa y rebelde) y Zafiro (calma e introspectiva) se aman tanto que no pueden estar separadas, y logran convivir en armonía, con sus complicidades, siendo una sola y permanente, Garnet. Es decir, celebran el amor sin apellidos o géneros. “A diferencia de las ¨enemigas¨ cuando se fusionan que lo hacen sólo entre las que son de la misma especie y por fines utilitarios, como para pelear, e incluso lo hacen forzadamente, metáfora de las relaciones sin consentimiento o con violencia; Garnet es un resultado del deseo, el impulso y el romance. Es hermosa la analogía” cuenta Natalie Ortiz (30) seguidora acérrima del clan Universe y Coordinadora del Equipo de Diversidad Sexual Amnistía Internacional Chile.

Le siguen Amatista, la más adolescente y la única creada en la Tierra, que se rebela de su origen destructivo para sumarse a esta interestelar familia y matriarcado. Desordenada, impulsiva, espontánea, aguerrida, vestida como para la lucha libre y que busca su lugar en este hogar adoptivo.  Símil de una época y edad que anhela respuestas y descubrir la adultez, sería algo así como la representación del “presente”.  

Y Perla, mi personaje favorito: matea, racional, estructurada, obsesiva, femenina, elegante, el “pasado” y de la de relación más directa con Steven, particularmente por el afecto y devoción que sentía por la madre de éste, Rose Cuarzo. Espadachín letal y la más apasionada en su causa y misión, que poco a poco aprende a dar más rienda suelta a las emociones y pulsiones. Y tiene una espada que saca de su frente, o sea.

Por Greg y Rose Cuarzo

El papá y mamá de Steven Universe (es su apellido, por si acaso, así de genial), respectivamente. Él un ex rockero ochentero que se enamoró de la matriarca y gran líder de las gemas terrícolas y que desde el “dejar ir” y la tuición compartida acepta que su hijo esté con estas féminas galácticas (Greg vive solo en su comby y trabaja limpiando autos), personaje preferido de la creadora de la serie, Rebecca Sugar, por recordarle a su padre; de una bondad y naturalidad que saca risas.  Rose Cuarzo, la big mamma, quien abandonó su forma física, o dio su vida, para que naciera Steven; misterioso ser que se alzó en contra de su planeta para exiliarse y velar por la Tierra. A pesar de los platos rotos. Toda semejanza a las figuras mesiánicas y redentoras no es sólo casualidad.

¡Y Steven!

“El alma y corazón de la serie: empático, único, que reconoce las diferencias de los demás y las asume y abraza; además de ser sumamente valiente, chistoso y hacer todo por amor” cuenta Lucas “Wayne” Maureira (22), Cosplayer y Diseñador de Vestuario que creó una línea de ropa basada en el imaginario de la serie. Sí, Steven, muchacho tierno de ojos desorbitados y pelo crespo cuya gema la tiene en su estómago, evocando un cordón umbilical y la emocionalidad desde la “guata”, la intuición y la honestidad. Gracioso, positivo, carismático, optimista, que no ve maldad en nadie y perdona a todos,  de escudo heredado de Rose Cuarzo y un león rosado de mascota. Con la tarea de seguir y ser el legado de su madre, con sus errores y decisiones, gritando orgulloso “¡Yo, soy mi mamá!”. Que inventa canciones con su ukele, adora las gatogalletas, juega con amigos, tira la talla y conecta su universo y pueblo con la trama central de la historia. Que no duda en decir que tiene tres mamás y pedirles que se fusionen para presentarlas en una once, donde todo este gran rollo cósmico es sumamente normal, inocente y entretenido.